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Dialogan en la UAQ sobre el documental Ch’ul be,“Senda Sagrada”

  • La producción en lengua tzotzil se suma a una corriente fílmica que explora la visión de los pueblos originarios.

Con el propósito de retratar de forma fiel su identidad cultural tsotsil (tzotzil), el realizador Humberto Gómez Pérez dirigió el documental Ch’ul be, “Senda Sagrada”, estrenado en 2023. A lo largo de 70 minutos, la cinta muestra —a través de imágenes y testimoniales— las tradiciones de San Andrés Larráinzar, Chiapas, con énfasis en el papel de los mayordomos y de un músico representativo de la colectividad.

Por medio de su trabajo, documenta todo el año del ciclo festivo: los santos, la devoción, la fe, la música tradicional y la danza; así como la manera en que la comunidad se reúne y se apoya en la realización de estas celebraciones. Retrata el compromiso que tuvo su familia al hacerse cargo de la mayordomía y lo que implica: velaciones que son parte de la ofrenda, ocuparse de la comida para los invitados y de llevar al santo patrono.

Este largometraje fue exhibido y discutido en el marco de la cuarta edición de “Memorias, experiencias y miradas para la interculturalidad”, evento promovido por el Centro de Estudios Interculturales y Vinculación de la Facultad de Filosofía (FFi) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ). En su intervención, Gómez Pérez compartió que al inicio enfrentó cierta desconfianza entre las y los habitantes, quienes temían ser utilizados con fines económicos o académicos y luego ser ignorados.

Sin embargo, la participación activa de la población durante el proceso —desde las grabaciones hasta su proyección— permitió generar un vínculo de colaboración genuino. El cineasta también señaló que la proliferación de propuestas visuales como la suya ha sido impulsada por el crecimiento de una tendencia cinematográfica que busca profundizar en las perspectivas de las poblaciones originarias, fortaleciendo su visibilidad a partir de una mirada propia.

Para el investigador y experto en cine, el uso del idioma tzotzil en el proyecto constituye un acto de resistencia cultural frente a las convenciones del mercado audiovisual. Dicha elección no solo promueve su uso y preservación, sino que responde al contexto natural de la zona, donde el habla se emplea con mayor fluidez que el español.

Finalmente, explicó que el desarrollo del film se aleja del enfoque convencional de registro antropológico y precisó que la selección de cuadros estuvo en función de la coherencia con los diálogos y el mensaje que quería transmitir, haciendo constante referencia a la presencia de lo cíclico en múltiples elementos de la vida en San Andrés Larráinzar.

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