La voluntad capacidad humana para conseguir bienestar
Un área importante y de gran impacto social, es el estudio de las bases del bienestar psicológico, o lo que habitualmente solemos llamar felicidad. Es una de las metas vitales de todas las personas, además es relevante debido a las consecuencias que conlleva, no sólo es cuestión de placer o serenidad para el individuo, sino que tiene importantes implicaciones para la salud mental y física de la persona, y también para su contexto social y comunitario (Lyubomirsky, King y Diener, 2005).
Anteriormente la psicología se dedicaba a entender los problemas y psicopatologías del individuo, esto ha cambiado actualmente, movimientos como la psicología positiva, propone que tengamos conocimientos y herramientas tanto para mejorar lo doloroso, como para cultivar lo que más valoramos y es bueno en nuestras vidas (Seligman, Parks y Steen, 2004; Tarragona, 2009).
En la actualidad es muy larga la lista de investigadores que se dedican a estudiar la felicidad, entre los temas que se investigan están: el optimismo, la gratitud, la esperanza, la resiliencia, las emociones positivas, las fortalezas de carácter, el sentido de la vida, el humor, la sabiduría, etc.
El Doctor Martín Seligman creador de la Psicología Positiva, al analizar los hallazgos más importantes sobre los factores que contribuyen al bienestar, concluye que este tiene 5 elementos principales: positividad, involucramiento, relaciones interpersonales, sentido de vida y metas alcanzadas.
La positividad, se refiere a experimentar emociones positivas, más frecuentemente que las emociones negativas; el involucramiento, se refiere a estar implicados en nuestras actividades, concentrarnos en nuestras tareas y poner en juego nuestras habilidades; las buenas relaciones interpersonales son fundamentales para la felicidad; tener un propósito y sentido en la vida también son claves para el bienestar; como también lo es ponernos metas y alcanzarlas (Tarragona, 2013). Para que esto se lleve a cabo es necesario tener voluntad.
Basado en investigaciones, el componente genético puede explicar hasta el 50% de la felicidad, nuestras circunstancias pueden explicar el 10% y el 40% depende de nuestras decisiones, actitudes y acciones (Lyubomirsky, 2008). Estos datos son realmente alentadores, ya que esto nos indica que podemos, aumentar nuestro bienestar, por voluntad, por decisión, trabajando nuestras fortalezas, nuestras virtudes, lo que nos gusta o nos hace sentir bien, entonces no sólo podemos pedir ayuda cuando estamos mal, sino que, si estamos bien podemos estar mejor.