Editorial

¡Pon valor a tu vida! Aceptar, una realidad de la pérdida

Andrea Borjas

Aprender a vivir es aprender a desprenderse”
Sogyal Rimpoché.
El libro tibetano de la vida y de la muerte.

Aceptar, una realidad de la pérdida

Cuando un lazo afectivo y emocional se rompe en nuestra vida y éste es sumamente fuerte se le considera duelo. Todos en algún momento de nuestras vidas hemos tenido algún tipo de duelo por la pérdida no sólo de un ser querido con la muerte, el duelo puede venir desde tu infancia sin haberte dado cuenta.
No hace mucho, una persona muy cercana a mí, me preguntó, que cómo era posible que me levantara de tantas caídas y de dolorosas separaciones por las que estoy pasando actualmente en mi vida y por las que pasé en mi juventud. Te diré, la vida de cada uno de nosotros, es un continuo de pérdidas y separaciones, comenzando sin darte cuenta desde tu nacimiento (ahí está tu primer separación dolorosa), hasta la última y probablemente más temida, que es la de la propia muerte y la de nuestros seres queridos. Veámoslo mucho más simple, cada pérdida en tu vida amigos, novia, novio, personas, familiares, cosas materiales, tu primer mascota, cuando reprobaste ese primer examen de admisión no aprobado, una enfermedad, un trabajo, en fin la lista puede ser interminable. Cada pérdida acarrea un duelo y la intensidad del duelo no dependerá de la naturaleza del objeto perdido, ¡no!, no tiene nada que ver eso, sino del valor que tú mismo le das a cada uno de ello. Así es, el duelo no es más que un proceso en la vida, un proceso psicológico y psicosocial que te relaciona o vincula con el objeto o persona por la que se esté pasando el duelo. Si bien es cierto que no todo proceso de duelo requiere de una intervención profesional y que la gran mayoría de las personas tenemos la capacidad de adaptarnos a la vida de nuevo a pesar de la pérdida. Cada persona es diferente, no todo el mundo experimenta el dolor con la misma intensidad ni lo siente de la misma forma, podría mencionarte que cada uno de nosotros manejamos las pérdidas de diferente, es decisión de cada persona el cómo lleva a cabo su duelo, si de forma positiva o negativa. Los duelos, por muy dolorosos, por muy difíciles, por muy complicados en nuestra vida diaria debemos aprender a manejarlos. Hoy en día, no comprendemos cuán grande e imponente es nuestra mente y ella, puede ayudar a ayudarnos o ayudar a destruirnos. Es una decisión que depende de cada uno de nosotros. Y tú decides en qué lo conviertes, en una manera positiva de salir adelante (aprovechar el duelo y aprender tener un crecimiento personal), o seguir sufriendo (provocarte una enfermedad, dañar tu cuerpo dejando de comer, estrés, depresión crónica, etc.). ACEPTAR LA REALIDAD DE LA PÉRDIDA ES LA TAREA MÁS IMPRECINDIBLE QUE TIENES PARA SEGUIR O NO, ADELANTE.
El duelo, la pérdida y el dolor son una parte inevitable de la vida. ¿Pero sabías que Dios usa estas cosas para ayudarnos a crecer?, estos artículos iniciaron en un momento de duelo en mi vida, del que creí no poder salir llena de miedos, una gran tristeza y con un corazón sumamente roto y débil. Pero, fue ¡lo mejor que pudo haberme pasado en la vida! Ya que, es lo que me ayudó a salir adelante CADA UNO HACE LO QUE MEJOR DECIDE CON LO MALO QUE LE SUCEDE. ¡Y DECIDE EN LO QUE LO CONVIERTE! ¿Tú, en qué estás dispuesto a convertir tus duelos?
Reflexiona:
El dolor al igual que el amor, tiene su tiempo, su proceso. Muchas veces es bueno perder algo para saber realmente lo que te hace falta. Proverbios 20:30 dice, “A veces hace falta una experiencia dolorosa para purgar lo más íntimo del ser”.
“El dolor insiste en ser atendido. Dios nos susurra en nuestros placeres, nos habla en nuestra conciencia, PERO GRITA EN NUESTRO DOLOR; EL DOLOR ES SU MEGÁFONO PARA DESPERTAR A UN MUNDO ADORMECIDO.” C. S. Lewis

Con cariño Andi.

Licenciada en Seguridad Pública Céd. Prof. 09253689
Especialista en formador de vida emocional. Asesor de aprendizaje virtual y Cuentacuentos.
Cel. 442 149 63 60, correo electrónico: [email protected]