Editorial

¡Pon valor a tu vida! La culpa, la tuvo el otro

Andrea Borjas

Estimado lector, espero que tu semana haya estado llena de bendiciones y alegrías. El día de hoy quiero contarte lo que me sucedió el día de ayer.
De la nada un compañero me comentó: – “Andi, ¿te conté de la vez que renuncié a un trabajo por culpa de un desarmador?” Para lo que respondí con cara de incredulidad moviendo la cabeza y con cara de asombro que no. Y me contó lo siguiente.
Fue hace como 20 años, yo no tenía un lugar donde establecerme para poner mi taller mecánico y me asocié con una persona quien era dueño de un lugar. Yo tenía los conocimientos y la herramienta y acordamos que iríamos al 50% Tiempo después, él decidió contratar a otro mecánico, pero éste comenzó a agarrar mi herramienta, a mí me molestaba pero no decía nada, este otro mecánico comenzó a dejarla por todos lados tirada, hasta que un día me molesté porque no encontraba un desarmador y le pregunté al mecánico que si sabía dónde estaba, él respondió que no, le dije que ya no tomara mi herramienta y que él debía traer la suya para lo que se limitó a decirme “tú no me contrataste”. Días después compré un desarmador, nuevo, lo dejé en el banco de trabajo, ¡y cuando menos acordé ya no estaba! Entonces al no encontrar mi herramienta, me molesté tanto que fui a decirle a mi socio que yo ya no estaba dispuesto a seguir así, para lo que me dijo ¡hazle como quieras!, yo, agarré mis cosas, comencé a guardar toda mi herramienta y renuncié, ¡por culpa de un desarmador!
Con cara burlona y de lamentación y moviendo la cabeza, me dirigí a él y le dije: No amigo. No fue por culpa de un desarmador, fue por no saber poner límites, por no saber actuar en determinada circunstancia. Debes aceptar la responsabilidad y dejar de emplear las palabras “La culpa la tuvo…”
Debes aceptar con humildad tus equivocaciones, aunque dejame decirte que muchas veces, tu ego, tu soberbia, tu orgullo, no te van a dejar ver con humildad tu equivocación. Necesitas aprender a aceptar y a admitir, ya que si no lo haces jamás podrás aprender a superar las pruebas que la vida te ponga y estarás condenado a repetirlas una y otra vez. Deja de responsabilizar a otros y aprende a enfrentar tus problemas, aprende a responsabilizarte de tus acciones, de lo que dejas a tu paso, de lo que haces a veces inconsciente o conscientemente. Tu mente debe ser flexible, debes ser emocionalmente inteligente para saber actuar ante las circunstancias de la vida.
Y, como este, estimado lector, muchos ejemplos puedo darte de como los seres humanos tomamos la decisión de culpar a otros porque es la salida más fácil para no hacernos responsables de nuestras propias decisiones y acciones ante la vida. La semana pasada te hablaba de que el amor no acababa, que era tu decisión dejar que esa relación se desgastara tanto al grado de una separación, pues, ¿qué crees?, ¡aplica lo mismo! No culpes a otros, ¡hazte responsable! Porque el mejor momento para empezar, el ahora.

Con cariño Andi Borjas.

Licenciada en Seguridad Pública Céd. Prof. 09253689
Especialista en formador de vida emocional.
Asesor de aprendizaje virtual y Cuentacuentos.
Cel. 442 149 63 60. electrónico: [email protected]
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