Editorial

¡Pon valor a tu vida! Sólo para padres y madres valientes

Un padre le dijo a su hijo: Ten cuidado por donde caminas.
El hijo le responde: Ten cuidado tú… Recuerda que yo sigo tus pasos.
Autor anónimo.

Sólo para padres y madres valientes.
¿Cuántas veces nos han enseñado que debemos educar a nuestros hijos con el ejemplo? En el pasado se creía que si se es un padre alcohólico el hijo lo será, que, si un padre es responsable, el hijo lo será y así sucesivamente para no alargar la lista.

Casualmente siempre escuchamos que nuestros hijos son nuestro propio reflejo, y curiosamente como padres creemos que educamos a nuestros hijos con las palabras que les decimos, o con el “buen ejemplo” que les damos al hacer las cosas que hacemos “bien”. Señores, no estoy aquí para decirles lo contrario. Pero, si estoy aquí para comentarles algo muy importante y que muchas veces no lo vemos, lo dejamos pasar desapercibido o simplemente creemos que no tiene ninguna relevancia.

Nuestros hijos ¡NOS OBSERVAN! Y más de lo que creemos y vemos, ellos observan en silencio. Aunque no lo crean, lo hacen sin hablar o decir una palabra, les fascina observarnos y aprender de nosotros. Hasta podría atreverme a decirles porque he trabajado con muchos chicos adolescentes, que hoy en día es casi, su pasatiempo favorito de algunos antes de llegar a la adultez sin ellos mismos saberlo.
Platicando con una mamita que está pasando por una situación muy difícil en su vida la cual tiene a su cargo ella sola de llevar a dos hijos adolescentes adelante, me comentó que está hundida en sufrimiento porque no tiene a su lado al amor de su vida el cual la abandonó y desde entonces ya no encuentra razones para ser feliz.

Cuestionándola para reflexionar con ella, hago un recuento que no se da cuenta quienes siguen sus pasos: Esos dos seres que están junto a ella dos varones de 19 y 11 años. Pues bien, esta mamita DECIDIÓ pasar su dolor por una vía fácil, alcoholizarse para olvidar, rendirse, dejar de ir a trabajar, auto conmiserarse e inclusive llegar al punto de creer y hacer quien sabe que “menjurje” o hechicería para que vuelva el ser amado y “pueda volver a ser feliz”. Le dije: – ¿Te das cuenta de lo que haces?, te rindes, te alcoholizas, te tumbas en tu cama y les estás dando a tus hijos el ejemplo de que cuando pasen una situación difícil en la vida, esa es la forma de solucionarlos.

Porque no creas que tus hijos no te observan, ¡lo hacen! Y seguirán tus pasos, no tus palabras, les estás enseñado como pasar las diferentes situaciones difíciles que se nos presentan en el día a día. Es tu decisión, continuar cómo y dónde estás o salir adelante y demostrar de qué estás hecha, porque te repito, alguien muy especial sigue tus pasos. Simplemente debes estar dispuesto a desear aprender de esos seres especiales que Dios te brindó, estar dispuesto a escucharlos y desear ser un mejor padre o madre valientes para estar preparados por cualquier cosa que pudiera venir de ellos sea buena o mala.

DECIDE que deseas en tu hogar y para tu vida misma, que tus hijos crezcan con amor a la vida y hombres y mujeres valientes, fuertes de mente y espíritu o seres que ante cualquier problema o circunstancia lo resuelvan como tú lo has venido resolviendo.
Consejo:
Crecer sin educación y sin amor en un hogar fue muy difícil en mi niñez y adolescencia, aunado a las malas decisiones que tomé en ella. Poco a poco fui comprendiendo que la vida no era más que el resultado de mis propias decisiones y la actitud con la que la tomo y la llevo a cabo.

Sólo un padre o madre valiente, aprende a observar y escuchar a sus hijos pero más allá de ello, acepta que es humano y comete errores es tu decisión aceptar y crecer o quedarte lamentándote por las situaciones de la vida, sólo recuerda que alguien observa tus pasos.

Con cariño Andi.

Licenciada en Seguridad Pública Céd. Prof. 09253689
Especialista en formador de vida emocional. Asesor de aprendizaje virtual y Cuentacuentos.
Cel. 442 149 63 60, correo electrónico: [email protected]
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