Editorial

¿Qué detonante necesitas?

Por Andi Borjas.

Dios es grande y te pone donde sabe que Él debe actuar a través de uno. Tuve una conversación con una mujer quien no sabe lo grandiosa que es porque nadie se lo ha enseñado, tuvo una infancia muy difícil y la educación que le brindaron sus padres le enseñaron en su mente que ella estaba para servir al hombre, su padre, hermanos y posteriormente su marido. Ella desconoce lo hermosa físicamente que es, y, sobre todo, la fortaleza que tiene para tomar sus propias decisiones; al estarla escuchando me recordó mi pasado, la yo del pasado, no tiene ni la menor idea de la capacidad que tiene para salir adelante sola, sin un esposo que la amedrente, sobaje y humille para él brillar. (Aquí doy un grande suspiro), sí, ¡así es!, yo la observaba y escuchaba, y me escuchaba hace no más de 2 o 3 años a través de ella (excusas para la “miserable vida que llevaba”). Toda ella me hizo recordar cuál fue el detonante para que yo pudiera dejar mis adicciones emocionales y de conductuales que me mantenían donde me encontraba. Hoy en día he comprendido a personas como mi yo del pasado y en su mayoría mujeres, que aceptamos a hombres de este tipo que frenan nuestro potencial y viven de nuestra admiración de nuestra falta de amor y respeto por uno mismo dándolo a esa persona. Porque nos han hecho creer que no merecemos más. Escuchando a esta mujer que Dios puso en mi camino para ayudarla, y observándola la pregunta que en mi cabeza taladraba era: ¿Cuál es el detonante que necesita para salir del fango en el que no sabe que se encentra o que sabe pero no quiere salir? O mejor dicho ¿Por qué necesitamos un detonante? ¿Esperar a que enfermes, a la pérdida, a la muerte?, ¿Qué estás buscando o esperando para actuar y salir de ese círculo vicioso en el que vives? ¿Meter el dedo en la llaga, para tener evidencias, ese es el detonante que necesitas?

 Recuerdo una anécdota que un amigo me contó. A su abuela, su abuelo la maltrataba física y emocionalmente, aguantando golpes físicos cada que se embriagaba y ella lo soportaba, pero cuando el abuelo maltrataba a uno de sus gatos, entonces ella tenía el valor para enfrentarlo. Mi amigo se pregunta ¿Cómo es posible que mi abuela para defender a sus animales tuviera el coraje y valor para enfrentar al abuelo y para defenderse ella misma no tenía ese valor y coraje? Ella de alguna manera pensaba que sus animales valían más que ella misma.

TU INCAPACIDAD PARA CAMBIAR, tus frustraciones y miedos te mantendrán siempre en esa zona de confort. El cambio es necesario e imposible de detener, ¡sé el cambio que necesitas!, todo lo que necesitas está en ti: VOLUNTAD para cambiar, y AMOR POR TI MISMA (O). Puedes estar dentro de una zona de confort en la que no te das cuenta (adicción por los alimentos, conformismo como sentir que has logrado todas tus metas, soñar mucho y hacer poco, resignarte, creer que no eres capaz de lograr nada, te justificas constantemente y peor aún te quejas para hacerte la víctima, tal vez seas la marioneta de alguien más, entre muchas más…). ¡Estúdiate, analízate, comienza a pensar en ti y comienza a actuar! Haz una lista de lo que eres, lo que sabes hacer, tus capacidades, tus aptitudes, todo lo que eres. Y piensa con todo esto a quienes beneficias, esto te ayudará a comenzar a valorarte y aférrate a aquellos que quieren ayudarte a impulsarte, quienes reconocen lo que vales.

“Que gane el quiero la guerra del puedo, que los que esperan no cuenten las horas, que los que matan se mueran de miedo” -Joaquín Sabina.