Editorial

¿Qué es el ayuno intermitente?

Maestra: María Eugenia Albarrán.

El Ayuno intermitente ha sido uno de los temas que he tocado desde ya hace unos 3 años atrás dentro de mi consulta a razón de las dudas que han tenido algunos de mis pacientes por lo que han leído de sus beneficios (pérdida de grasa, vitalidad y ganancia muscular).

Si bien la duda cabe pues supone que la Nutrición saludable es la que propone que la ingesta adecuada (en calorías y nutrimentos) debe ser repartida a lo largo del día de acuerdo a las actividades de una persona. Es importante remarcar que el ayuno no puede considerarse una dieta, puesto que ello implica restringir alimentos durante un tiempo determinado.

Por lo anterior que creo también conveniente explicar cuáles son las fases fisiológicas del ayuno y ver qué pasa en el cuerpo desde el punto de vista bioquímico y fisiológico.

De este modo podremos comprender mejor cual es la diferencia a nivel metabólico entre un ayuno continuo (varios días), un ayuno intermitente (ayuno de entre 12 y 16 horas e ingesta de 8 horas por día) y una dieta cetogénica (alimentación baja o nada de carbohidratos), ya que sin ser lo mismo activan procesos fisiológicos similares.

En el ayuno, el organismo se adapta para seguir produciendo energía (generalmente hace uso de las reservas grasas) cuando no ingerimos nutrientes durante unas horas o días.Fase Hipoglucémica. Cuando dejamos de comer el organismo utiliza para producir energía las reservas de glucosa que circulan por la sangre o bien se encuentran acumuladas en el hígado y en los músculos (en forma de glucógeno).

Fase Cetogénica. Se llama así, porque, en esta fase, el cuerpo empieza a degradar o utilizar sus reservas de grasa para producir glucosa y en este proceso, que tiene lugar en el hígado, se producen unos subproductos metabólicos conocidos como cuerpos cetónicos.

Aunque esta no es una fase fisiológica, se sabe que, tras unos 30 días de ayuno continuo, el cuerpo empieza a degradar la musculatura para utilizar los aminoácidos y sintetizar nuevas proteínas. Llegar a este punto no es recomendable y deja de ser una estrategia saludable.

Es importante considerar que ésta estrategia no es apta pacientes con enfermedades como diabetes, hipertensión, problemas renales, niños, adolescentes y embarazadas.

Se considera apta para los pacientes sanos y se puede comenzar de manera gradual y hay que estar conscientes que de nada servirá hacerlo si no se parte de una alimentación saludable y estructurada de manera estratégica por su nutriologa, ya que depende de ello los objetivos, necesidades y preferencias del paciente. Sí tienes alguna duda de cuál sería el más adecuado para ti acércate a StarOk!