Editorial

Reacciones psicológicas después de vivir un evento traumático

No podemos dejar de mencionar lo que hemos vivido estos últimos días y horas en el país, los movimientos telúricos vividos en Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Veracruz, Guerrero, Estado de México, Morelos, Puebla y Ciudad de México, han impactado en nuestra vida cotidiana. Estos desastres naturales que originan destrucción de bienes materiales, lesiones físicas o muerte, provocan en nosotros un gran dolor, nos sentimos, con miedo, tristes, vulnerables, confundidos, desesperados, no podemos dormir, o comer, cualquier ruido nos sobresalta y no sabemos si esto es normal.

A continuación mencionaré algunas reacciones psicológicas:

Durante las primeras 72 horas después de ocurrido un desastre

Crisis emocionales, entumecimientos psíquico: sentirse asustados, apáticos, confundidos, excitación aumentada (querer ayudar sin descanso) o parálisis por el terror, ansiedad difusa, deseo, y a la vez temor de conocer la realidad, dificultad para aceptar la dependencia y la situación crítica en la que se encuentra, inestabilidad afectiva con variaciones extremas, ocasionalmente estado de confusión aguda.

Después de las 72 horas a los 30 días

Aflicción, miedo, nerviosismo, tristeza, duelo, equivalentes somáticos (síntomas orgánicos variados como dolores de estómago, de cabeza), preocupación exagerada, irritabilidad, inquietud motora, alteración en conductas cotidianas, pérdida del sueño y apetito, problemas en las relaciones interpersonales y en el desempeño laboral.

De uno a tres meses (aproximadamente), es el periodo crítico de un evento traumático, este puede variar de acuerdo a la magnitud del desastre y por circunstancias específicas de cada persona, ayuda mucho durante éste periodo, hablarlo con alguien, llorar (con alguien que nos acompañe o solos), hacer ejercicios de respiración (sobre todo en los momentos en que los recuerdos nos invaden), retomar alguna actividad recreativa (hobby o ejercicio).

Aunque somos muchos los afectados por estos eventos naturales, para cada uno de nosotros la experiencia fue diferente, porque tenemos diferentes antecedentes. Los niños y adultos mayores son una población muy vulnerable, y es importante escucharlos, ayudarlos a que expresen sus sentimientos, abrazarlos, y no inhibirles su llanto, ayudarlos a restablecer su rutina diaria, y aunque no se les debe mentir sobre lo que está pasando, es importante manejar la información de acuerdo a su edad , no es sano estar viendo todo el tiempo las noticias, debemos estar informados sí, pero ver el televisor con imágenes tan impactantes todo el tiempo es un desgaste para tu cuerpo y mente. Y por último, si después del periodo crítico, del evento, sigues con síntomas de pérdida de apetito, insomnio, falta de concentración, sentido de culpabilidad, fatiga constante, inhabilidad para experimentar placer o gozo, busca ayuda de un profesional.

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