TRAS LA VERDAD; EN PICADA RICARDO ANAYA Y SU FRENTE
Ricardo Anaya Cortés, en su “pretendida defensa mediática”, como acostumbra, no ha podido dejar en claro su relación de amistad con Manuel Barreiro y el delito de lavado de dinero en el que presuntamente se encuentra inmerso en la vorágine de su alocada carrera por la Presidencia de la República, echando culpas sin mayores sustentos al gobierno y al PRI, intentando atajar la andanada de críticas que le han caído. Claro que también tiene sus defensores oficiosos como el presidente del Pan, Damián Zepeda, quien también no ha probado nada, solo argumentos sin sustento jurídico. Por supuesto que hasta este momento Ricardo Anaya no ha sido acusado por la PGR, más su relación con el presunto delincuente y su probable responsabilidad indican la existencia, al menos hasta ahora, de su participación en el delito de lavado de dinero, siendo el mismo Ricardo el beneficiario de obtener algunos millones de pesos para poder llevar una vida de millonario, como cuando viajaba al menos una vez por semana a los EUA, en avión, para visitar a su familia que radicaba en ese país.
No hay congruencia entre lo que ingresaba a sus bolsillos por concepto de salario de dirigente del PAN -en su momento- y sus ostentosos gastos. No hay forma de justificar una cosa con la otra. Así de simple. Al menos no ha podido demostrarlo Ricardo Anaya. Dada su costumbre, cuando acudió a las oficinas de la PGR, su intención fue el “golpe mediático”, pero no contaba con que se difundiría un video de su comparecencia y la compañía de Diego Fernández de Cevallos, que profirió injurias. Ambos fueron evidenciados. Anaya no quiso declarar y Diego su soez lenguaje. Ahora acusan a la PGR, de haberlos exhibido ¿Por qué? Acaso no están acostumbrados a ello. Las cosas se le han complicado tanto al presidenciable que el mismo Presidente de la Mesa Directiva del Senado, Ernesto Cordero Arroyo, panista de hueso colorado, ha solicitado públicamente el cambio de aspirante a la Presidencia, dada la existencia de la probable responsabilidad de Ricardo, por haberse metido en problemas que están desgastando al candidato de la alianza político-electoral; ahora sí, del Frente que se enfría cada vez más, ese Frente que fue construyendo Anaya para montarse en la candidatura con un par de aliados de la izquierda sumamente desprestigiados, como lo son el PRD y MC, ambos cada vez más endebles por tantas incongruencias; muchos de sus afiliados emigran desde hace tiempo al partido de Amlo, y sin rubor alguno fortalecen a éste que acapara toda la “chatarra” que le cae. Hasta Margarita Zavala pide su cabeza y ella tiene muchas razones para exigirlo, aunque ya no pertenezca a las filas del panismo: Anaya la traicionó. Y otros más como Lozano o Cuevas, ambos ex senadores del PAN, ahora uno independiente y la otra encontró refugio en Morena. La velocidad con que va cayendo en las preferencias electorales es preocupante para los panistas, aunque lo nieguen, solo faltaba que lo acepte. Su única defensa es quejarse amargamente del gobierno del PRI, quienes, dice, su intención es destruirlo.
Quien erigió su campaña como combatiente sin fusil en contra de la corrupción, ahora todo apunta que puede ser un corrupto de cuatro suelas. No creo que lo vayan a consignar como presunto delincuente, se encuentra bajo el manto protector de la candidatura, al igual que sucedió a finales del sexenio de Vicente Fox, con Andrés Manuel López Obrador, quien a pesar de haber cometido varios delitos por violar algunos amparos, lo perdonaron y no lo desaforaron, era entonces el Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Amlo terminó compitiendo por la Presidencia de la República y perdió. Parece que Anaya Cortés correrá la misma suerte. Las evidencias que surgen del presunto delito de lavado de dinero, que fue presuntamente cometido por su amigo Manuel Barreiro, quien ya se encuentra fuera del país, hacen suponer que tenían una “lavadora fiscal” y el dinero, después de pasearlo por varios países, llegaba a los bolsillos de Ricardo Anaya, sin que nadie se pudiera dar cuenta. Peor aún, la empresa que servía de parapeto para hacer el “lavado de dinero”, ha sido considerada “fantasma”, por la misma hacienda federal ¿Entonces? ¿Dónde está la guerra sucia? Si a ello se le pude llamar por que fue descubierta su mascarada, bueno, que así le sigan llamando; pero ahí está la clara presunción del delito de “lavado de dinero”. Barreiro, quien tiene todo el derecho, se fue del país y tramitó un juicio de amparo para no ser detenido; la autoridad federal terminó negándole el amparo, así que podría ser detenido, sin embargo estando en Canadá, no se podrá ejecutar orden de aprehensión alguna y la investigación, si bien seguirá avanzando, el presunto responsable quedará al margen de la ley, por lo tanto Anaya Cortés, podrá seguir en campaña sin pena ni gloria, eso sí, en picada hasta estrellarse y llevarse a su partido y aliados a la derrota electoral del próximo 1 de julio.
Cada quien en su papel. El corrupto de Dante Delgado Ranauro, dirigente nacional de MC, amenazó con romper relaciones con gobierno debido al hostigamiento que ha hecho el gobierno de su candidato ¿Cuáles relaciones? Ese partido ha estado a punto de la extinción y no tiene representación social y política alguna, salvo que tiene registro como partido político nacional. Su relación es con el INE, no con el gobierno o ¿Qué tipo de relación tiene con el gobierno? Eso no lo dijo. No cabe duda que estamos en presencia de un circo mediático. Y el dirigente del PRD, ha preferido quedarse callado, tibiamente surge una que otra declaración, hasta ahí llegan los que cada vez son menos ¿Será por no perder más clientela al defender a un presunto pillo? Bueno, con eso de la presunción de inocencia no podemos calificarlo de presunto delincuente, mucho menos de delincuente a Ricardo Anaya ¡Ah, pero las pruebas ahí están! Lo cierto y concluyente, hasta ahora, que Ricardo Anaya, llevaba vida de millonario y sus ingresos económicos no daban para tanto. El final de la cadena del lavado de dinero está Ricardo Anaya, esa sí podría ser la verdadera explicación de dónde salía el dinero que derrochaba el ahora presidenciable ¿Qué o quién podrá detener la caída de Ricardo Anaya Cortés? ¿Acaso cambiarán de candidato como lo ha solicitado el Presidente de la Mesa Directiva del Senado? ¡Ahí está Santiago Creel que no suelta ni a sol ni a sombra a Ricardo! Él podría ser el sustituto. A este no se le sabe nada malo, hasta ahora.