Editorial

Campañas encuestas y otras mañas

REDACCIÓN

Al parecer la política en México se define como la guerra de intereses de partido simplemente, y a pesar de todo lo que incurre en este sistema “dizque” post revolucionario con antecedentes dictatoriales desde la época del Presidente Calles, las cosas no han cambiado mucho, y es que, si existe realmente una diferencia en el tiempo y el modo de hacer política, la hacen las nuevas alternativas de información como son los nuevos medios de comunicación y en este entorno, las redes sociales.
Los partidos de oposición no cumplen con las reglas del juego al ser responsables en buscar realmente el beneficio general del municipio, estado y país.
En Querétaro, por ejemplo, las descalificaciones pareciera es la única labor de la oposición, sin embargo, quienes ostentan el poder también enfocan sus acciones a no perderlo y ante ello, vemos su necesidad imperiosa de buscar la reelección a toda costa.
Los gobernantes y sus partidos pareciera que su único objetivo es ese, no perder las riendas del poder y el de sus oponentes es llegar a toda costa a él, sin importarles a ambos bandos, mentirle a la gente con tal de realizar sus propósitos.
Para ello, inician campañas anticipadas disfrazadas de legalidad, sin embargo, dan a conocer sus propósitos desde “nantes” como dijeran los “indinos Regulo y Madaleno”.
Ya iniciamos esta guerra que se llama proceso electoral y las campañas tienen el banderazo de salida apresurando a cada candidato a mostrar virtudes que sorprenden al electorado.
La labor al interior del partido fue intensa para “lambisconear”, perdón, para mostrar a sus dirigencias que serían la mejor opción para defender su bandera, pero en otros casos, la inercia y el empujón con un dedo los lleva a ser los abanderados de sus partidos.
La ansiedad manifiesta, de estos tiempos por buscar a toda costa el poder, impulsa a ediles, gobernadores, legisladores a incumplir con el compromiso de gestión completa y para ello meses antes con el afán de competir, piden licencia a su cargo dejando a la deriva planeada a subalternos por los que por cierto, la gente no votó para que se hicieran cargo de sus posiciones administrativas y legislativas.
Así vemos que el chapulineo llega a extremos cómicos y sin un solo recato de dignidad porque alegan la Ley se los permite, piden licencia para buscar nuevas posiciones,
Y qué decir de los ediles y diputados que también lo harán sin importar el partido que representen, se alistan con reelegirse también independientes como es el caso de Antonio Mejía Lira en Tequisquiapan.
¡Qué bárbaros! y ¿dónde queda la ética y el ejercicio completo del poder?, Tal vez, buscan la reelección porque alguien ya les prometió un triunfo seguro… Las campañas ya iniciaron, y muchos aspirantes a los cargos que el pastel político les ofrece, ya se apuntaron para buscar en realidad ganar el cargo, o simplemente, ser parte de este juego ya sea en segundo término en posiciones de regidor u otro, donde los billetes y el efímero poder garantizan un periodo de estabilidad y auge económico sin igual.
La bandera democrática es el pretexto al igual que promesas de siempre escuchadas ya sea de bienestar y progreso, sin embargo, siempre o casi siempre son los mismos actores quienes los ciudadanos indiferentes ven pasar en esta pasarela interminable.
Ahora la moda son las encuestas que según los interesados, pueden influir en el electorado, una guerra apoyada por los medios de información, encuestas que destacan quienes van arriba y quienes siguen abajo, pero que en sí, la esencia es que cada encuestadora recibe buena cantidad de “money” beneficiándose al mejor postor de esta contienda.
Los partidos y sus candidatos despilfarran el dinero del pueblo, en estas engañosas demostraciones pagadas y en publicidad efímera que sólo daña la verdadera intención del voto ciudadano.
Los ediles ya tomaron sus posiciones, piden licencia y quieren reelegirse, los legisladores de siempre se separan de su cargo incompleto y sin recato a su poca actividad en las cámaras, piden de nuevo el voto, como el eterno Antonio Zapata que ya se ve como el “Zapatasaurio” de esta Legislatura.
Pancho el Gobernador no va a contender pero, ya puso en el tablero a sus alfiles como una propuesta para mantener su hegemonía en el estado.
Los partidos de oposición en el estado, no dan luz ni color, tanto el PRI, PRD y partidillos que le siguen, ya están muertos desde hace mucho pero quieren revivir, como “Zombies” para seguir “chupando” la sangre de la gente.
El único posible rival lo representa Morena, con Celia Maya García al frente que se alista para ser la primera gobernadora de Querétaro, ahora apoyada por una inercia federal y por una militancia aún inconforme por su designación.
No obstante, Morena podría ser esa opción que mucha gente harta del PAN y los demás partidos de siempre, están buscando, pero lo malo, es que al interior de Morena el cáncer de la ambición está desgarrando el ejercicio democrático que en base a encuestas internas para designar a sus candidatos, está siendo el factor de inconformidad y la presencia de ex panistas y de otros partidos, como es entre otros, el caso de Arturo Maximiliano García quien pretende la candidatura a la alcaldía por la capital, rompen la unidad para que la cohesión partidista fortalezca su presencia en estas elecciones.
Cabe destacar que Morena aún no designa a sus candidatos en el estado y esto si bien, es demérito al tiempo de campaña, también crea más incertidumbre al interior del movimiento y de la ciudadanía.
Sin embargo, tanta maña entre candidatos y partidos, da al traste con la credibilidad ciudadana y el peligro de una fuerte abstención en este proceso de junio está latente.
Pero la mejor opinión como siempre, es la de Usted Querido Lector.