Editorial

Cultivando el Bienestar; Acoso Escolar

Últimamente se habla mucho del acoso escolar, también conocido como “bullying”, y en algunos casos con consecuencias graves para las víctimas, esto no quiere decir que no haya existido antes, sólo que ahora la sociedad va tomando conciencia de que estas conductas abusivas son perjudiciales para todos, tanto para el que las provoca, como para el que las sufre.

“Un estudiante es víctima de Bullying cuando está expuesto, de forma reiterada y a lo largo del tiempo, a acciones negativas por parte de uno o más estudiantes” (Olweus, 1998).

Es importante conocer los elementos en una situación de acoso escolar:

  1. Desequilibrio de poder manifiesto entre agresor y víctima. No se trata de un conflicto en el que uno lucha para imponerse sobre el otro, sino de una relación de abuso de poder.
  2. Existe una reiteración de las acciones, que a veces pueden parecer anodinas (microviolencias), pero que son dañinas porque son recurrentes y persistentes en el tiempo.
  3. No se trata de un encuentro casual o fortuito, existe una intencionalidad manifiesta por parte del agresor o agresores de causar daño a la víctima.
  4. La víctima se encuentra en una situación de indefensión, de la que difícilmente puede escapar por sus propios medios. Sea cual sea su respuesta, se utilizará como excusa para justificar nuevas agresiones.
  5. Se trata de un fenómeno de grupo y no puede reducirse a una dialéctica agresor-víctima, ni aislarse del contexto en el que se produce (Bisquerra, 2014).

Las causas de éste fenómeno son múltiples y complejas, algunos factores de riesgo son la exclusión social, la violencia doméstica hacia la mujer y el maltrato infantil. Cuando los niños están expuesto a la violencia intrafamiliar los niños aprenden a ver el mundo como si sólo existieran dos papeles agresor y agredido.

Algunas medidas de prevención de la violencia en las aulas es primeramente la comunicación entre la escuela y la familia, enseñar a respetar ciertos límites, condenar y enseñar a condenar toda forma de violencia, desarrollar los derechos humanos, prevenir la intolerancia, un procedimiento educativo que puede ayudar a prevenir exclusión y por lo tanto generar violencia, es el aprendizaje cooperativo en equipos heterogéneos (diferentes tipos de personas), y enseñar a los alumnos a resolver los conflictos de manera constructiva, es decir, pensando, y negociando, y por último romper el silencio, no mirar hacia otro lado, hay que afrontar el problema y ayudar a víctimas y agresores, estar atentos y disponibles para ayudar.

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