Editorial

Día internacional de la Mujer

Día Internacional de la mujer 8 de marzo, oficialmente reconocido por la ONU en 1975, se conmemora la lucha de la mujer, por una igualdad de género, por salarios iguales, por acabar con feminicidios, violencia, acoso, eso es lo que piden mujeres de países como España, Italia, Francia, Australia, Pakistán, Turquía, Filipinas, Corea del Sur, China, India, Estados Unidos, Argentina, Ecuador, Uruguay, Brasil, y por supuesto México,  además de muchas otras partes del mundo.

Esta lucha por los derechos inicia en 1857, cuando un grupo de trabajadoras textiles decide salir a las calles de Nueva York  para protestar por las malas condiciones laborales. Varios eventos sucedieron a éste movimiento; en Europa fue durante la 2da. Conferencia Internacional de Mujeres socialistas, celebrada en Copenhague, con la participación de 17 países, cuando se decide proclamar el día Internacional de la mujer trabajadora. Sin embargo, la tragedia más dolorosa fue la  ocurrida en la fábrica de Triangle Shirtwaist de Nueva York, un incendio donde murieron más de 100 trabajadoras textiles, inmigrantes en su mayoría, como consecuencia de las precarias condiciones laborales, el cual ocurrió el 25 de marzo de 1911.

No podemos negar que actualmente el rol de la mujer en muchos países ha cambiado, de antes estar en una posición retraída al hogar, se ha proyectado al exterior desempeñando actividades en las que antes no se le permitía participar, como lo era el derecho al voto, trabajar en fábricas, escuelas, empresas privadas, funciones de gobierno, etc., esto la ha llevado a buscar prepararse, académicamente y en otras especialidades, para poder competir. Sin embargo, aún hay mucho en que trabajar, la violencia, el acoso, sueldos más bajos que los hombres, y la discriminación, continúan limitando las capacidades y desarrollo de las mujeres, en muchas partes del mundo.

“El mundo de la humanidad tiene dos alas: una es la mujer y la otra es el hombre. Hasta que ambas alas no se hayan desarrollado igualmente, el pájaro no podrá volar. Hasta que el mundo de la mujer no llegue a ser igual al mundo del hombre en la adquisición de virtudes y perfecciones, no se podrá alcanzar el éxito y la prosperidad como debiera ser” (Abdu’l-Bahá).

 

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