Editorial

Hablemos de salud: Insomnio

Dr. José Mandujano López

Es un trastorno del sueño común caracterizado por dificultad para conciliar el sueño o quedarse dormido. El resultado es que dormirá poco o con sueño de mala calidad y no se sentirá descansado al levantarse. Puede ser una condición aguda o crónica según su duración. Es muy frecuente, afecta a cualquier edad, mas a mujeres que a hombres, y en especial adultos mayores.
El insomnio agudo generalmente se debe al estrés del trabajo, a presiones familiares o a un evento traumático, y puede durar días o semanas. El crónico dura más de un mes y generalmente es secundario a otros problemas, enfermedades, uso de medicamentos o sustancias como la cafeína, el tabaco y el alcohol. Otras veces no hay causa aparente, pero el estrés prolongado, el malestar emocional, los viajes o el trabajo en turnos son factores presentes.
Así que, si usted tiene mucho estrés, depresión o problemas emocionales como el divorcio o la muerte del cónyuge, problemas de dinero, trabaja de noche o cambia de turno, realiza viajes distantes y si además es sedentario, seguramente padecerá de insomnio al menos alguna vez.
Los síntomas característicos son permanecer despierto por largo tiempo antes de dormir o dormir por periodos muy cortos, estar despierto gran parte de la noche o despertar temprano y sentirse como si no hubiera dormido nada. Esto puede causar somnolencia durante el día y sentir falta de energía, estar ansioso, deprimido o irritable, tener dificultad para concentrase en tareas como aprender o recordar.
El diagnóstico lo puede hacer usted mismo, pero lo mejor será que su médico realice su historia clínica y estudie sus hábitos de dormir, efectuar un examen físico que deberá descartar otras enfermedades y, de ser necesario, hacer un estudio del sueño para definir sus características y tratarlo mejor.
Los tratamientos incluyen cambios en el estilo de vida, a veces terapia y otras veces medicamentos prescritos por su doctor. No tratarse lo expone a complicaciones cardiovasculares y neurológicas principalmente.
Unos buenos hábitos para dormir serán irse a la cama y despertar a la misma hora todos los días, evitar cafeína por la tarde o noche, no fumar, hacer ejercicio pero no muy tarde, comer o beber ligero por la noche, no hacer siestas por la tarde, relajarse con música suave, una lectura o un baño antes de irse a dormir y sobre todo evitar ver televisión en la cama, o usar el teléfono celular o la computadora en la alcoba. Hay que intentarlo.

Saludos a mis lectores y gracias por sus comunicados… jmand2000@yahoo,com