Editorial

La importancia de las Emociones

Algunas veces actuamos de manera precipitada o impulsiva y después nos arrepentimos, de eso que dijimos o hicimos instintivamente, esto significa que nos dejamos llevar por nuestras emociones.

No todas las personas  reaccionan de la misma manera ante un estímulo idéntico, pues la respuesta emocional depende, entre otras cuestiones, de su dotación genética, influyen también los hábitos y condicionamiento de cada quién, así como las diferencias de edad, cultura y educación, ésta última idealmente acompañada de  atenciones, estímulos, cuidados y amor.

Las Emociones son estados de ánimo producidos por pensamientos, ideas, recuerdos, apetitos, deseos, sentimientos, pasiones, que impulsados por estímulos externos llevan a una acción, estas cambian continuamente y no son permanentes.

Es casi imposible describir y clasificar todas las emociones, sin embargo, existen seis que se pueden considerar como universales: el miedo, la alegría, la sorpresa, la ira, el asco o aversión, y la tristeza. Pueden ser positivas o negativas en función del bienestar o malestar que nos provocan. Por ejemplo: el miedo dependiendo de la intensidad y del estado de ánimo de una persona, puede ser una emoción negativa y provocarnos malestar, o en otro momento, será una emoción buena, si nos ayuda a ser prudentes.

Durante muchos años no era importante el estudio de las emociones, se reprimían y relegaban, ¿quién no ha escuchado esa frase? “los niños no lloran”, así como  también, era mal visto que las mujeres demostraran estar molestas, sin embargo, hoy en día esto no es recomendable, pues para poder controlarlas o encauzarlas de manera positiva a nuestro favor, necesitamos primero identificarlas, ¿qué pensamientos o sentimientos me provocan esta reacción?, pues son enormes las ventajas, que esto aporta a las personas, en su vida privada, laboral y social, de ahí numerosos estudios que han destacado la importancia de cómo pueden condicionar nuestras vidas, un ejemplo de esto Daniel Goleman al redescubrir la “Inteligencia Emocional”, que es la capacidad que desarrollamos para resolver problemas relacionados con las emociones, el entendimiento de uno mismo y de los demás.

Terminamos con palabras de Aristóteles, “Cualquiera puede enfadarse, pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, no está al alcance de cualquiera”.

Correo: [email protected]

Terapia online: www.psicologiaonlinemx.xyz