Los Micromachismos, inicio de la violencia
Aunque es cierto que la sociedad ha cambiado, aún vivimos en una cultura patriarcal, donde existe una desigual distribución del ejercicio del poder entre el género femenino y masculino, el cual se ve “normalizado” y puede provocar en la mujer malestar emocional, actitud defensiva, sentimientos de derrota e impotencia, parálisis en su desarrollo, etc. sobre todo porque no se da cuenta que es el resultado de una situación externa.
Bonino (1991) menciona que los Micromachismos (mM), son prácticas de dominación y violencia masculina en la vida cotidiana del orden de lo “micro” lo casi imperceptible, los cuales se manifiestan de manera sutil y son la base de las demás formas de violencia de género (maltrato psicológico, emocional, físico, sexual y económico). Él los clasifica en coercitivos (en los que se usa la fuerza moral, psíquica, económica o de la propia personalidad), encubiertos (atentan contra la autonomía femenina) y de crisis (suelen utilizarse en momentos de desequilibrio en las relaciones).
La Psicóloga Coto Talens señala que la violencia debe trabajarse desde nuestras relaciones de lo cotidiano, que se asienten sobre los principios de igualdad, para así ir modificando pautas culturales.
La psicoeducación en éste como en muchos temas es relevante, en la mujer para que pueda identificar lo que sucede y el porqué de muchas emociones intensas que aparentemente no tienen explicación y que son motivos de consulta en los dispositivos de salud mental, debido a estas situaciones. Y por supuesto, que al varón se le debe hacer comprender que en éste cambio de empoderamiento femenino él es un compañero indispensable y necesario, si existe sobre todo un cambio en las creencias de ésta cultura patriarcal.
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