Editorial

No se puede vivir en estado de emergencia todo el tiempo

No se puede vivir en estado de emergencia todo el tiempo (Parte 1).

Recuerdo hace ya algunos años cuando me detectaron cáncer donde varias opiniones de médicos de medicina alternativa me dijeron que comprendiera que “mi cuerpo es mi mente y mis pensamientos crean mis emociones”.

Me dijeron, no se puede vivir en estado de emergencia todo el tiempo Andrea, el estrés crea enfermedades. Mi vida es sedentaria, no tenía una buena alimentación sumado a que no hablaba con nadie de todo el estrés acumulado por todo lo que sucedía dentro de mi hogar. Llegué a pesar por todas esas emociones reprimidas casi 100 kilos.

Es bien raro como funcionamos los humanos, llegamos a soportar cierto nivel de estrés ya sea en nuestros trabajos, en casa, la economía, en pareja, nuestros padres, la vida, la sociedad, la familia, entre otras muchas situaciones. Y es que nuestro cuerpo reacciona naturalmente al estrés de acuerdo a nuestro nivel de vida, pero llega un momento en el que nuestro mismo organismo te grita ¡ya basta! Y junto con nuestra mente, ambos mente y cuerpo se “apagan”, se ponen de acuerdo y es entonces, donde el estrés llega a acumularse tanto que revienta dentro de nosotros ¿Cómo? Con alguna enfermedad.

Y cuando te digo que somos bien complicados los humanos, es porque cuando me detectaron que tenía cáncer y me explicaron que el cáncer es por una lista de problemas internos como la rabia, la agresión, la hostilidad, el miedo, la ansiedad, el silencio, el dolor, el sufrimiento, la culpa, la vergüenza, algún evento traumático, lo que no expresamos, en fin, todo es creado por las hormonas del estrés, donde también me explicaron que debía enseñarle a mi mente y a mi cuerpo que yo decidía estar enferma o no.

Que yo misma podía cambiar y combatir ese cáncer que inundaba mi cuerpo con un cambio de pensamientos y actitud con una sola decisión. Modificar mi mente, mi estilo de vida, pero sobre todo mi manera de vivir. Tu cuerpo, tu mente y tus emociones están conectados. Así somos los humanos, hasta que nos pasa algo como estar cercanos a la muerte hacemos algo para cambiar. Es cuando comprendemos lamentablemente que debemos comenzar a vernos, a amarnos., donde nos damos cuenta que debimos cuidarnos.

Quiero confesarte que no es nada sencillo modificar nuestra mente, nuestro cerebro es noble, pero nosotros somos los mediocres que no valoramos nuestras vidas con los hábitos que tenemos, con nuestra forma de pensar y actuar. Mi motivo más poderoso fue que no quería morir, que aún tenía mucho por dar de mí a la sociedad, segundo que no quería que mis hijos crecieran sin mamá como me sucedió a mi porque fue duro crecer sin un hogar con papá o mamá.

Así que puse manos a la obra y cambié muchos hábitos y sobre todo mi manera de ver y valorar mi vida. La vida no es fácil para nadie, cada uno lucha diariamente, con sus problemas, con sus demonios, con todo lo que se nos va presentando, y muchas veces hacemos todo en estado “piloto” que nos olvidamos de algo importante NOSOTROS.

Dime, ¿duermes tus 8 horas?, ¿te alimentas sanamente?, ¿haces ejercicio, aunque sea un poco?, ¿te das la oportunidad de consentirte? Pues, éste último año ha sido difícil para muchos incluyéndome y en consecuencia a eso mi cuerpo nuevamente me está gritando “¡PARA! Que estoy comenzando a no soportarlo”.

Es entonces, donde la Andrea de hoy, le pregunta a la anterior, ¿no aprendiste la lección? Estás a tiempo de cambiar, o a acaso, ¿quieres que el estrés te genere algo irremediable?
Continuará…

Con cariño Andi Borjas.

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