Editorial

¡Pon valor a tu vida! Tiempo, tiempo, tiempo…

Andrea Borjas

La gente dice “estoy matando el tiempo”, “aquí perdiendo el tiempo”, y se olvida que la vida está hecha de tiempo, al matar el tiempo estás matando tu propia vida y eso ya no tiene regreso o ya no lo recuperarás. ¿Y tú en qué inviertes, matas o pierdes el tiempo?
¿Cuántas veces nos despertamos y lo primero que revisamos es nuestro celular, ya sea para apagar la alarma, ver la hora, responder mensajes o revisar simplemente si hay algún pendiente?
En el pasado una de las primeras cosas que hacía la gente era agradecer a su Creador por la vida y pedir su bendición para enfrentar los desafíos diarios. Eso era fundamental, agradecer. Optimista es aquél que al abrocharse las agujetas de los zapatos y ponerse de pie, le da gracias a Dios. Personas como nosotros que tenemos muchas cosas en la mente, normalmente no hacemos nada y sólo perdemos el tiempo, debemos trabajar en una sola cosa que aparentemente no es nada, pero al final del día te darás cuenta que has hecho mucho. Una cosa a la vez.
Se nos ha enseñado que es bueno ponerse a pensar antes de actuar, pero muchas veces pensamos tanto que perdemos el entusiasmo y acabamos haciendo nada. Todos tenemos un tiempo, todos tenemos 24 horas, ni un minuto más, ni un minuto menos y en ese tiempo debemos hacer todas nuestras actividades, a veces avanzamos en lo que hacemos y a veces parece que retrocedemos. Y dentro de esas 24 horas aprendemos cosas y ese tiempo invertido nos da la experiencia que cuando el tiempo ya haya pasado y lleguemos a una edad en la que ya no podamos hacer las cosas, muchas veces pensamos, mañana empezaré. ¿Y si no llega ese mañana? Ó ¿Si llega y sigues igual, sin hacer nada? ¿Quieres eso para tu vida? Mejor comienza hoy, saca una libreta, comienza a hacer apuntes, pégalo en tu puerta, en el refri, en tu recámara, en tu coche, ¡es más! Díselo a una persona de confianza para que te recuerde cada día lo que has a dejado o no de hacer, que te recuerden diario lo que comentaste que era tu meta, lo que le dijiste con tanto entusiasmo que ibas a realizar.
Paga el precio de la disciplina hasta que llegues a cumplirte con tu propia autonomía dejando todo aquello que te aleje de tu meta, no importa lo que sea o quien sea, muchas veces hasta contestar un mensaje por WhatsApp te quita el tiempo para ti. Y aquí quiero comentarte un ejemplo de una persona que se auto disciplinó, ella al iniciar su día se lo dedica a Dios, su familia y después a su trabajo, ya que su trabajo le demanda mucho tiempo, ella no responde ningún mensaje hasta después de sus horarios de trabajo para que no haya ninguna distracción y así poder avanzar en lo que está desempeñando. Hoy en día la mayoría de los mensajes son distracciones, nada verdaderamente importante que no puedas revisar más tarde. Si realmente es importante, te marcarán por teléfono. Un famoso cantante mexicano lo expresó de esta manera: “Dios perdona, pero el tiempo no”.

Recuerda, el mejor momento para empezar de nuevo es hoy, es ahora.
Con cariño Andi Borjas.