Editorial

¡Pon valor a tu vida! ¿Ya hiciste el amor?

Andrea Borjas

Recuerdo que leí el libro “El caballero de la armadura oxidada” en los 90´s, cuando yo tenía escasos 16 años. En aquél tiempo y siendo yo aún adolescente sin tener la experiencia que a través de los años se obtiene, como que leer este tipo de libros era… era más bien para saber, conocer y disfrutar de la lectura, jamás creí o pensé que podría aplicar las palabras de los libros a mi vida diaria (eso creía en mi juventud). O, al menos mi mentalidad era esa. Obvio con el tiempo vamos cambiando y nuestra vida y el cambio de mentalidad te dan siempre una cachetada con guante blanco. Hoy, a dos décadas y media, desempolvando mis libros me volví a encontrar con este clásico y aprovechando que un muy buen amigo muy especial en mi vida se ofreció a pintar un cuarto de mi casa para un proyecto, nos pusimos a pintar y a leer (yo a leer, él a pintar jejeje…). A dos días de lectura, llegamos al final de tan divertido y gran clásico de las novelas de autoayuda y mis preguntas obligadas para mi amigo en cada capítulo fueron: ¿Qué aprendiste de este libro? ¿Qué te dejó? ¿Cuál consideras fue la enseñanza para tu vida? En mi caso, quiero contarte y platicarte exclusivamente a ti, en esta segunda lectura de mi vida de este libro lo que hoy me dejó, a 40 años cumplidos que ahora tengo. En mi vida, me he topado con mucha gente de todo tipo (desde egoístas y egocéntricos que no piensan ni sienten, hasta dependientes emocionales y con problemas de autoestima que dan lo poco que tienen por una limosna de amor), y por supuesto de diferentes maneras de pensar y entre esas personas conocí a una que al día de hoy lo considero uno de mis maestros de vida y quien es mi espejo totalmente (me doy de topes cuando dialogamos). Este libro al día de hoy me volvió a recordar lo que este maestro de vida me orientó y guio hace tres años. Amor por uno mismo.
Siempre queremos demostrar lo que creemos que somos y en esa lucha por demostrarlo nos perdemos en la vida (como le sucedió al caballero de la armadura oxidada). ¡Entiende, los demás no te ven como tú eres, te ven como lo que son ellos mismos! Todos somos el reflejo de lo que somos en alguien más. Buscamos constantemente la aprobación de los que nos rodean para que nos amen. Creemos que para sentirnos seguros, completos y felices debemos entregarnos para que nos den amor y recibir cariño. El “Yo hago feliz para que me hagan feliz”. A esto podemos llamarle manipulación. Creemos falsamente que si te desvives por los demás vendrá en forma de agradecimiento, el amor, el cariño, la admiración de los demás. A esto puedo llamarlo “Estás mendigando amor”.
Durante estos tres años he comprendido y aprendido a trabajar la relación conmigo misma, que cuando uno se ama a sí mismo pone límites, se convierte uno en un ser autosuficiente, das amor, pero hasta donde puedes y quieres no es egoísmo, es darte a ti para poder dar a otros. Recuerda, ¿Cómo esperas dar lo que no tienes ni para ti? ¡Eso sí es egoísta, y es ser egoísta contigo mismo! Comienza a tener la humildad contigo mismo porque la falta de amor propio se manifiesta en tus relaciones. Tienes que aprender a hacerte el amor. ¿Te quejas de la falta de amor que hay en tu vida? ¿Te quejas de la falta de amor que hay de tus padres? ¿Te quejas de la falta de amor que hay por parte de tu pareja? Debes comenzar contigo mismo dándote el amor que necesitas, recuerda que todos aprendemos de lo que vemos y observamos y si ni tú mismo te respetas y amas. ¿Cómo esperas que los demás te traten con amor si no lo haces contigo mismo? “Nos dice la Palabra de Dios: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” Mateo 22:39. Y aquí coy a citar al canta autor Martín Varlverde en su concierto “Con y por AMOR” para jóvenes en diciembre de 2005 de Enredados Centro América, en Tegucigalpa: “¡NO, EN VEZ DE A TI MISMO!, Dar por el otro lo que por ti das”
El amor transforma al que ama. Porque comienzas contigo mismo, porque comienzas a darte a ti mismo y así cuando te das a ti mismo estás preparado para dar a los demás porque estás tan abundante de amor DE ACCIONES PARA TI, que puedes dar a los demás. Aprende a amarte. Te lo voy a explicar mejor, AMAR ES ALGO QUE SURGE DESDE DENTRO, EL AMOR TRASFORMA AL QUE AMA. Más allá de dar a los demás primero date a ti mismo de todo: abrazos, besos, cosas materiales, invítate a comer, date un masaje, invítate al cine, léete un libro, cómprate cosas para ti, ayúdate primero a ti; porque cuando tú tengas estas acciones para ti tendrás abundancia de todo eso y ahora sí por esa misma abundancia vas a poder darte a los demás, dar tu tiempo, tu amor, compartir de lo tuyo, lo que eres, de lo que tienes sin esperar nada a cambio. Hoy quiero preguntarte, ¿tú ya te hiciste el amor? ¡Deseo que hagas el amor contigo mismo! ¡Comienza por decirte cosas bonitas, mírate al espejo y ve el ser hermoso y bello que eres y así continua con tu trasformación!
Recuerda, el mejor momento para empezar de nuevo es hoy, ¡es ahora!
Con cariño Andi Borjas (Nea Dorotea).