Editorial

Por sus hechos los conoceréis

Buen día tengan las y los lectores de este espacio que se ha vuelto tan volátil como la realidad nacional. Las personas y sus declaraciones cambian y así también las posiciones que ocupan, incluidas sus casas habitación. Apenas anoche se enteró mi abuelita que “Morena Cdmx” (qué es eso) ordenó que la candidata a dirigir los trabajos del Frente Amplio por México, la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, debe abandonar la casa en la que habita porque se le va a demoler, según ellos porque no existe el premiso de construcción; y si esto es “verdad”, pues tampoco debe haber un papel que señale el fin de la obra y, por ende, permiso para ser habitada dicha casa. Mi abuelita se dejó caer en el sofá de la sala y es hora de que nadie puede levantarla. “Esto es una venganza porque nada pudieron probarle cuando fue delegada por la Miguel Hidalgo”. “Antes bien –recalcó como en trance- le cambió la cara a una delegación en la cual las corruptelas estaban a la orden del día, precisamente por ser la tierra tan cara y los departamentos tan cotizados”, aunque hay de todo. Pululaban los asaltos, el narco menudeo, la pésima iluminación, descuido en parques y lo peor de todo, el decrecimiento silencioso de la última sección del Bosque de Chapultepec, al cual, todos –hasta ex presidentes- querían echarle mano para levantar condominios que se cedían a precio de oro. Por cierto, uno de los delegados morenistas cambió el número de pisos autorizados en un condominio y le dieron dos departamentos muy baratos. “¿Y eso no lo encontraron los de Morena, o lo desaparecieron junto con el expediente del Colegio Rébsamen?” Tratamos de calmar a la abuelita con todo género de explicaciones, haciéndole ver que la casa que compraron Xóchitl y su familia no puede estar fuera de la norma. – Ya ves que ella no se lleva ni con mensos ni con flojos y menos con corruptos. Pues ni modo que caiga en esos errores, siendo tan inteligente y avisada, porque ahora todos los reflectores están y seguirán un año encima de ella. Y esto está ocurriendo cuando las campañas ni siquiera empiezan.
La violencia está más preocupante y desatada en todo el país, pero nominalmente y por el grado de encarnizamiento y modalidad del crimen, me he quedado meditando en el impacto nacional que ocasionaron dos hechos: El escenario es Guerrero, al que parece le han caído encima todas las calamidades incluido el desgobierno. Primero asesinaron al Teniente Coronel y Fiscal regional de Tierra Caliente, Víctor Manuel Salas Cuadras, mientras la Fiscal de estado señalaba como culpables de haberle asestado 50 balazos a su subalterno, nada menos que a la familia Michoacana, que por lo visto ya logró entrar por el Edomex (o Michoacán), ahora que ahí se están reacomodando debilidades y fortalezas. Hay que señalar que la Fiscal Sandra Luz Valdovinos, también es militar. Asimismo, emboscaron al delegado de la Fiscalía Federal en Chilpancingo, Fernando García, a quien no sólo impactaron el vehículo, sino que lo sacaron de él y lo acribillaron. (¿Quién recuerda el asesinato de don Hipólito Mora en La Ruana, Michoacán?) Quienes fueron: ¿Los Tlacos o los Ardillos? ¡Por qué no le preguntan a la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez!, quien tan a gusto se sienta a departir con los segundos para después salir llorando porque la critican, ¡tan sensible ella! Estrategia ni regional ni nacional para detener al crimen organizado; simplemente no existe, porque se tomaron los gobiernos emanados de la 4ª transformación, muy en serio esto de abrazarse entre ellos.
Una cosa es segura: Cualquiera que fuera el o la candidata de la oposición a Morena tendrá que enfrentarse a los morenistas locales, a los estatales, a las bases organizadas y furibundas de lo peor de Morena, a lo servidores de la Nación que son fuerza activa y andarán por todos los domicilios; tendrá que enfrentar a toda la fuerza del Estado y el dinero que esto carga y, lo peor, a la mafia al servicio de los gobiernos, quienes para no perder sus privilegios harán lo que sea menester. Ésa fue la orden a los gobernadores de los estados: ganar “al precio que sea”, así se les ordenó en Palacio Nacional el día de su cónclave.
Una mujer ya tiene el bastón de mando, pero otro detenta el verdadero poder. Si no me creen, busquen por todos lados lo que sentenció Monreal cuando reculó de sus aspiraciones por gobernar la Ciudad de México. Léanlo entre líneas: es más directo que el dubitativo Marcelo Ebrard y el apachurrado Dante Delgado.