Editorial

Testigo colaborador, ¿Tiembla en Querétaro?

REDACCIÓN

El caso Lozoya ha permeado en varios políticos mexicanos, es una bomba activada que puede explotar en cualquier momento y que ha servido de escaparate de la corrupción que ya todos los mexicanos conocemos y con la que hemos aprendido a vivir.
Sin embargo, también somos escépticos ante la resolución que se haga de este caso donde se involucra a muchos panistas y priístas de las pasadas administraciones y a algunos que continúan ejerciendo algún poder político en el país.
El caso Odebrech es una de las líneas de investigación que sigue la Fiscalía General de la República contra Emilio Lozoya Austin, quien negoció con la constructora Odebrecht pagos por 4 millones de dólares durante la campaña de Enrique Peña Nieto y otros 6 millones cuando fuera director de Pemex.
Ya en plena comparecencia se han aclarado algunas cosas y se informan otras, por ejemplo, en las declaraciones de Alberto de Meneses, representante de la empresa en México en ese entonces, detallan más lo que ocurrió esos días: De Meneses como representante de la empresa diseñó junto con Lozoya «infinidad de planes irregulares» para aplicarlos en el país. «En varias ocasiones «ERLA» agradeció a Luis de Meneses y sus colaboradores el apoyo brindado por Odebrecht a la campaña de Enrique Peña Nieto», puede leerse en el texto compartido por el Consejo de la Judicatura Federal.
Según la publicación (Economíahoy.mex). También, se menciona que los testigos protegidos detallan que de 2011 a 2014, en México se hicieron sobornos por 10.5 millones de dólares para asegurar contratos de obra pública» y fueron 39 millones de dólares los que la empresa obtuvo de México por la adjudicación de obras. «El imputado recibió beneficios en su cuenta en Suiza», agregó la FGR.
Santiago Nieto, quien fuera titular de la Fiscalía Especializada en Atención de Delitos Electorales (Fepade), dijo que fue presionado por Lozoya para que saliera a declarar su inocencia frente a los desvíos de Odebrecht al PRI durante la campaña. Era 2017 y el capítulo de la constructora brasileña apenas se abría.
La Fepade era la única que tenía esa certeza, ni el INE ni el Tribunal. Cabe destacar que la comparecencia de Emilio Lozoya Austin puso al descubierto un entramado de corrupción que operó desde la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto y pone en evidencia la omisión de organismos como el Instituto Federal Electoral (IFE, hoy INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, coincidieron expertos en política y corrupción. Si en verdad, esto es histórico, ya que nunca en la historia reciente del país se habían señalado a tantos e importantes nombres inmiscuidos en tanta corrupción, el desenlace aún no lo conocemos, pero lo que si sabemos es el gran desprestigio que tendrán tanto el PAN como el PRI a cara de las próximas elecciones del 2021.
El caso Emilio Lozoya ha salpicado a legisladores del Partido Acción Nacional (PAN), quienes supuestamente recibieron sobornos por 52 millones 380,000 pesos para aprobar las reformas del Pacto por México, que el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto promovió durante su sexenio, según consta en las revelaciones que hizo el exdirector de Pemex, a las cuales tuvo acceso el diario Reforma.
Al referirse al tema, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha venido señalando y haciendo hincapié de la relevancia de lo que hoy sucede y pidió que todos los involucrados en esta trama de corrupción sean investigados, llamados a declarar y, en su caso, denunciados penalmente. “Todos los mexicanos tienen que saber qué sucedió con este asunto y que se llame a declarar a todos los implicados».
Andrés Manuel López Obrador. En este caso donde Lozoya ha mencionado (aún no es oficial) la participación de “moches” para que en el Pacto por México, en la cual se incluyó la reforma energética, según reporta Reforma se aprobara a muchos panistas como se menciona que el entonces Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, le pidió al exdirector de Pemex enviar 6.8 millones de pesos a Ricardo Anaya, quien era entonces presidente de la Cámara de Diputados y donde ahora se mencionan incluso sobornos con departamentos de lujo en la zona más importante de la Ciudad de México, sin embargo, las sospechas de este caso de corrupción alcanzan a legisladores como Ernesto Cordero, excoordinador de la bancada del PAN, el exsenador Salvador Vega, y los hoy gobernadores de Querétaro, Francisco Domínguez, y de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca.
Obviamente, los supuestos implicados ya salieron a negar tal hecho, mientras que el Gobernador de Querétaro, ha indicado que dará declaraciones sólo cuando esto sea oficial.
Las reacciones en el estado son muchas y el senador por Morena Juan José Jiménez, ya le realizó un exhorto mediático a Pancho Domínguez para que se separe momentáneamente del cargo para atender estas acusaciones que ponen en predicamento al panismo de Querétaro y de todo el país. El PAN obviamente, exige pruebas y trata de desvirtuar las acusaciones. Sin embargo, esto lo pone en la lona electoral (en caso que se imputen oficialmente estas acusaciones) la posible candidatura de los panistas en el estado como sería la de Mauricio Kuri a la gubernatura y la de los 18 candidatos a ediles y legisladores por este partido además de los del PRI y PRD. Cómo dijera el clásico “El trompo sigue girando” y “Hasta no ver no creer”.
Lo curioso, es que esto aún no termina y hay varias líneas de corrupción a investigar, como también, esta el caso de Génaro García Luna que sigue dando de que hablar en Estados Unidos, o los casos que no se han olvidado y que seguramente contienen implicaciones serias dentro de las mismas actividades ilícitas del manejo del petróleo en las pasadas administraciones federales. Como es Oceanografía y Oro Negro, el huachicol que no conocíamos hasta esta administración y que los panistas y priistas han tratado de desvirtuar como un acto de corrupción más, cuando el problema surgió al amparo de sus administraciones.
También, donde quedaron los 207 millones de dólares que le fueron decomisados hace más de 12 años al empresario de origen chino, Zhenli Ye Gon durante la administración de Felipe Calderón y que señala el actual Gobierno Federal que no sabe dónde quedó ya que sería destinado a la creación de instituciones de rehabilitación, lo que no sucedió.
Son muchas las indagatorias y los motivos, por lo que esperemos, se sigan los debidos y justos procesos que darían a los mexicanos mayor certeza de la justicia en el país. Cabe hacer mención que los presidentes involucrados en el caso Odebrech de otros países se encuentran ya en la cárcel y en México están involucrados personajes de la talla de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña por lo que las expectativas son esas.
Sólo falta esperar que la justicia por primera vez se concrete en nuestro país como todos los mexicanos esperamos.