Editorial

Tras la verdad ¿funcionará el nuevo transporte público?

Héctor B. Parra Rodríguez


Está previsto por las autoridades del ramo que para el mes de septiembre, cuando inicie el proceso electoral, dará comienzo el nuevo transporte colectivo que pretende mejorar la movilidad de miles de queretanos, no solo del 64% que hace uso de él. El sistema de transporte púbico se presume bueno.

Para ilustrar el funcionamiento, hay un video que lo refleja como algo único que vendrá a resolver múltiples problemas de movilidad por los que pasamos los queretanos que utilizan el transporte y otros tantos. Se observa bien y de buna hechura y calidad. Los 8 ejes de que se compondrá, entre ellos el de la Avenida de la Luz y Constitución 1917, se priorizará al usuario.

Sin embargo. Sin embargo, lo que en nada nos ilustra ese bonito video, es la falta de respeto y cultura tanto viandante como vial de automovilistas, ciclistas y motociclistas. Estos en su conjunto son el problema de fondo que nadie ha podido resolver. Miles de voluntades individuales que se manejan sin el menor temor de no ser molestados si infringen las reglas de tránsito. Y los choferes del transporte colectivo, abusivos, groseros, imprudentes, faltos de educación, casi todos.

El ciclista que transita en sentido contrario, en los andadores, sobre las banquetas y creen tener el derecho de hacerlo; los mismos elementos de tránsito los vemos en las bicicletas cometiendo las mismas infracciones. Tierra de nadie.

Qué decir de los automovilistas que hacen exactamente lo mismo, se pasan los altos de los semáforos, se dan vuelta en lugar prohibido, se estacionan en donde está prohibido, se paran en doble y triple fila; con malas costumbres traídas del desaparecido DF, hacen lo que les place y si alguien osa reclamarles, se molestan e increpan. Apenas en la semana pasada, en la Central de Abastos, un grupo de choferes se lanzaron en contra de un automovilista que le reclamaba a uno de ellos la invasión de la avenida, en tanto que como 10 choferes se le fueron encima ¿Quién hará cambiar estas deshonestas conductas sociales ya arraigadas? La autoridad no quiere o no puede. Y la ciudadanía otro tanto.

Los viandantes no se quedan atrás en el caos vial. Se cruzan las calles por donde les place, se lanzan sobre los automóviles para que se detengan aunque el automovilista tenga el semáforo en siga y no se atrevan a reclamarles por que también se molestan, con eso de que, creen que el viandante tiene preferencia sobre los automóviles, las cosas se complican.

Los motociclistas son peores. No respetan el reglamento de tránsito en lo más mínimo. Circulan en medio de los automóviles, siendo que ellos son uno más que debiera guardar su espacio; no lo hacen. Para después llegar al frente e invadir los pasos peatonales como si se tratara de un derecho adquirido ¡Por favor! Por supuesto que no hay elementos o de tránsito o autoridad que los ponga en orden, hacen de las suyas y constantemente circulan a exceso de velocidad, de ahí que se incrementa la inseguridad.

Ante este caos colectivo se enfrentará el nuevo sistema de transporte público colectivo. Se afirma habrá fuertes multas a quienes invadan los carriles confinados del nuevo transporte. Hasta ahora muchos motociclistas y automovilistas buscan el carril confinado para abusar de la velocidad.

¿Acaso seguirá siendo como hasta ahora que a nadie o a casi nadie infracciona la autoridad ante tanta violación a las reglas de urbanidad, entre ellas las reglas de tránsito? ¿Serán capaces de cambiar usos y costumbres que ha adquirido el conglomerado queretano y por eso tenemos tantos problemas de movilidad? ¿Dejarán las malas costumbres prosperar un buen proyecto para mejorar la movilidad de los queretanos?

Conclusión. Es deseable que no solo la autoridad se involucre en el mejoramiento de usos y costumbres, entre ellas el transporte público, para que se logre el objetivo primordial,  es obligatorio que la sociedad se involucre y coadyuve en la solución del problema que afecta a miles y miles de queretanos. Todos necesitamos una sociedad más noble y leal, para lograr una mejor convivencia social, como reza la publicidad: “Noble y leal ciudad de Querétaro” ¡Sólo así tendrá éxito el nuevo programa de transporte colectivo público!