Hablemos de salud: El Covid-19 y la ciencia
Dr. José Mandujano López
El Covid-19 apareció hace aproximadamente un año y no se sabía nada de él, pero con 68 millones de contagios y un millón seiscientos mil muertos en el mundo, el mundo científico se puso a trabajar con prontitud y diligencia. Hasta hoy, 1,210,000 contagios y 112,000 muertos en el país, así como 25,278 contagios y 1,544 muertes en Querétaro.
El primer caso se detectó en Wuhan, China en diciembre 2019 y se dispersó rápidamente por todo el mundo. Era un paciente con Neumonía e Insuficiencia Respiratoria Aguda, muy severas. Para Abril 2020 ya se había estudiado la genética del virus y se sabía como es que el virus penetraba a las células del enfermo.
Los médicos trataban desesperadamente a los pacientes con Azitromicina, Cloroquina, anticuerpos monoclonales, suero de enfermos, antivirales como para gripe, incluso hasta productos veterinarios, etc. Posteriormente se agregaron antiinflamatorios, anticoagulantes y por supuesto terapia ventilatoria en caso de insuficiencia respiratoria.
La experiencia dijo que la mejor manera de contener la infección viral sigue siendo el distanciamiento social, el uso de cubrebocas, lavado frecuente de manos y el uso amplio de pruebas de detección. Indudablemente se observó mayor riesgo de muerte o gravedad en enfermos con Obesidad, Diabetes, Hipertensión, SIDA, Cáncer y otras enfermedades que cursan con defensas bajas.
Ahora se empiezan a usar vacunas, gracias a los científicos, ya aprobadas para su uso en Rusia, Estados Unidos, Inglaterra y Canadá, de marcas como Sputnik, Pfizer, BioNtech, Moderna, Astra-Zéneca, Janssen, etc.
La elaboración de vacunas, que antaño era lenta y desesperante, ahora con modernas técnicas de obtuvieron con celeridad y pronto estarán en nuestro país inclusive, la situación a resolver es la economía, la logística de distribución y aplicación y la aceptación de la población.
Un aplauso al esfuerzo de los científicos por su logro tan acelerado. Los cambios como el confinamiento, trabajo en casa, educación en línea, consultas médicas por videollamada, etc. parecen haber llegado para quedarse, en esta nueva normalidad.
Lamentable que en México se desaliente la investigación y se desaparezcan fideicomisos para la ciencia y el desarrollo por la ocurrencia de nuestra autoridad y complacencia de legisladores, como lamentable es que un portero de futbol cobre cuatro millones de dólares por que le metan tantos goles, y la comunidad científica completa no sea respaldada de igual manera.
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