INSABI, ¿buena intención? ¿mala planeación?
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Por Javier López Velarde Luna
Es fundamental atender el derecho a la salud de los mexicanos. Ello incluye el acceso a una atención sanitaria oportuna, aceptable, asequible y de calidad satisfactoria. El derecho a la salud no debe entenderse como el derecho a estar sano.
Significa que los gobiernos deben crear las condiciones que permitan que todas las personas puedan vivir lo más saludablemente posible. Es visible que los problemas de salud suelen afectar en una proporción más alta a los grupos vulnerables y marginados de la sociedad, por lo que la protección del estado debe ser objetiva e inmediata.
Aproximadamente 75 millones de mexicanos no son derechohabientes del IMSS o ISSSTE. Para su funcionamiento se destinarán 271,519 millones de pesos, que incluyen recursos federales y aportaciones de los estados, recursos del programa de atención a la salud y medicamentos gratuitos, y 40,000 millones de pesos específicamente para la creación del Insabi.
Cabe hacer mención que es un gran reto, sin embargo, el inicio de operaciones del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) ha generado caos, pues pacientes beneficiarios del extinto Seguro Popular reclamaron que ahora ellos tienen que pagar por servicios que antes eran gratuitos, mientras la institución sigue sin lineamientos ni reglas de operación. Todo requiere un plazo para conformar esta nueva disposición de salud y establecer el reglamento de operación sin embargo, la reforma a la Ley General de Salud que da vida al Insabi da un plazo de 180 días al Poder Legislativo para aprobar su Reglamento, plazo que sigue en curso. Mientras tanto, la población se mantiene cautelosa e incluso molesta por esta situación que los afecta.
Las declaraciones del Presidente Obrador sobre la gratuidad del servicio de salud, pero hay un pelito en el arroz ya que recientemente se anunció que los servicios médicos en el primer y segundo nivel de atención son gratuitos y están dirigidos para quienes no cuentan con seguridad social y atención de salud de alguna institución ya sea IMSS o ISSSTE, así como Hospitales Generales, rurales y Unidades de Especialidades Médicas (Unemes).
En cuanto a la atención de tercer nivel son los Institutos Nacionales de Salud y hospitales federales los encargados de brindarla, ya que debe ser de alta especialidad para atender padecimientos de alta complejidad. Pero para ello los Institutos Nacionales de Salud y hospitales federales están sujetos a obtener cuotas de recuperación para la prestación de servicios de tercer nivel.
López Obrador había señalado que el Insabi ofrecería servicios de salud y medicamentos de forma gratuita a todas las personas que estén en el territorio nacional que no cuenten con seguridad social, lo que lo anterior contradice tales aseveraciones sobre todo en lo referente al tercer nivel de salud.
El Presidente de la República ha insistido que son ajustes y que obviamente requiere tiempo para cubrir todas las necesidades de salud y dijo que todos los ciudadanos tienen derecho a los servicios médicos y medicamento gratuito lo que llevará algún tiempo, La primeras demandas a solucionar es que no falten medicinas y materiales de curación en hospitales y unidades médicas y que en un plazo de dos años haya en México atención médica como en Canadá, Reino Unido y Dinamarca.
Al parecer el Jefe del Ejecutivo tiene las mejores intenciones sobre la atención de salud, pero esto también como muchas cosas, se han politizado y todas las disposiciones actuales van a ser atacada e incluso bloqueadas por parte de los adversarios políticos del actual régimen.
Actualmente existen muchas deficiencias y existe desabasto de medicinas en instituciones debido a la limpia que se ha hecho sobre la corrupción que existía en el abasto de medicamentos, pero toda limpia no es fácil y si bien al hacer desaparecer el Seguro Popular sin que haya existido un periodo planeado de transición, ha sido uno de los errores como lo fue al igual, en el caso del huachicol. Lo importante es que se está tratando de consolidar la lucha contra la corrupción y el tiempo será quien realmente de la razón al nuevo gobierno o lo condene al desprecio de la historia.