Editorial

¡Pon valor a tu vida! No puedes llegar a la cima pisoteando a los demás

Andrea Borjas

“Dime lo que cuidas y te diré a quién amas, Dime lo que cuidas y te diré en qué cosas te está faltando amor”
Francisco Samuel Bonilla Amaya
No puedes llegar a la cima pisoteando a los demás.
¿Recuerdas cuando eras niño y te compraban un juguete nuevo?, ¿Lo cuidabas mucho, no es así? O como cuando íbamos en la primaria (aquellos que son de mi época) y nos compraban la mochila nueva, o nos regalaban una mochila, aunque fuese usada, pero era algo nuevo para nosotros ¡cómo lo cuidábamos!, que no se manchara, que no se ensuciara o se rompiera, ¿no es así? Y al pasar el tiempo, ¿qué sucedía?, ya no era tan emocionante cuidar de ese objeto, simplemente le restábamos importancia, lo descuidábamos, lo dejábamos tirado o abandonado, ¿verdad? ¿Por qué crees que sucede eso? Lo primero que podrías pensar ya ahora de “grande” es poner la excusa de que ya no queremos las cosas como al principio que es la emoción de recibir y por eso tendemos a abandonarlas y no cuidarlas, pues ¡¿qué crees?! Esa época no es diferente al ahora, y lo más grave es que no sólo sucede con los objetos, sino también con las personas. ¿Lamentable? Sí, ¿se puede hacer algo? ¡Por supuesto! Es decisión tuya.
Por desgracia en las relaciones humanas ya sean amorosas, conyugales, de amistad, etc., te acostumbras ¡que ahí están!, ¡que siempre van a estar ahí sin importar lo que suceda! Sin embargo, si no cuidaste y alimentaste esa relación y vínculo con esas personas especiales en tu vida, éstas terminan por alejarse tarde o temprano.

Te voy a platicar algo muy personal que es verídico y en el que probablemente identifiques a más de una persona cercana a ti, sino es que a ti mismo. Un hombre tenía una esposa, unos hijos los cuáles, ellos lo amaban, porque ellos tenían eso para él… Amor.

Pero, el corazón de este hombre sólo se centraba en los bienes materiales, ser un hombre exitoso económicamente hablando, admirado por sus compañeros de trabajo y sus relaciones extramaritales y amigos cercanos y por toda aquella persona que con él cruzara camino, tan materialista fue este hombre que no le importó que para llegar a su meta de vida descuidó lo más importante que Dios le brindó UNA FAMILIA, una esposa que lo amaba y admiraba no por los bienes materiales, sino por lo que había ayudado a crear, esa misma familia.

Descuidó su relación con sus hijos volviéndose miserable con ellos abandonándolos y dejándolos desamparados económicamente por ese éxito y doble vida que él mismo creó con sus mentiras en esas personas de su derredor para sentirse y engañarse él mismo con éxito y fortuna económica.

Dice un dicho: “Dios da, y Dios quita” cuidado por como actúas sea un objeto, sea un lugar o sea una persona. Amar es cuidar eso que amas… Podríamos decirlo con un dicho: “Dime lo que cuidas y te diré lo que amas o, fíjate en lo que estás descuidando y te diré en qué cosas te está faltando amor”.
Sencillamente, si no amas algo de verdad lo descuidarás y lo perderás tarde o temprano y tal vez, sólo tal vez te des cuenta demasiado tarde.

No desperdicies tu tiempo, pregúntate mejor qué es lo que estas descuidando que verdaderamente es lo que vale la pena en tu vida, por cuidar lo que no valdrá la pena, una felicidad efímera.
El tiempo es vida y todo el tiempo que invertiste en acumular bienes materiales no te servirán para pagar un precio y recuperar lo que has perdido.
Espero de verdad, aún sea que estés a tiempo para que reflexiones si es tu caso.

Con mucho cariño, estoy para ti lector para cualquier duda, comentario o sugerencia estoy a tus órdenes.

 

Licenciada en Seguridad Pública Céd. Prof. 09253689
Especialista en formador de vida emocional. Asesor de aprendizaje virtual y Cuentacuentos.
Cel. 442 149 63 60, correo electrónico: [email protected]
https://neadorotea.wixsite.com/andreaborjas