Editorial

Reapertura “peligro latente entre coronavirus y economía”

REDACCIÓN

Andrés Manuel López Obrador. Presidente de la República, presentó el pasado miércoles 13 de mayo el Plan de Reactivación productiva, social y económica, para entrar a una nueva fase que denominó “El regreso a la nueva normalidad”.

Esto en los momentos en que México vive la etapa más grave de la pandemia de Covid-19 como lo ha señalado el secretario de salud, Jorge Alcocer, quien por cierto, también fue optimista al manifestar que “vamos por buen camino”.

Cabe señalar, que este plan de reinicio de actividades será paulatino y que siempre, se privilegiará a la salud y la vida.

Mientras que en el ámbito de la economía, la secretaria federal de este rubro, Graciela Márquez resaltó que este plan de reapertura tiene que dar claridad, seguridad y certidumbre a los ciudadanos, a las empresas, así como a los gobiernos estatales y locales. Remarcando que este plan tiene que ser gradual, ordenado y cauto, siempre dando prioridad a los principios de la economía moral y la eficiencia productiva.

Desglosando el famoso plan, sabemos que cuenta con tres etapas: la primera inició el 18 de mayo, con el proceso de reapertura de “los municipios de la Esperanza”, siendo 269 municipios ubicados en 15 estados. Aunque el pasado sábado 16, el subsecretario el doctor Hugo López – Gatell corrigió diciendo que son 324. Se trata de espacios donde no hay contagio y por lo mismo, en los próximos días (14 al 17 de mayo) se implementarían cercos sanitarios para protegerlos de cualquier contagio.

A partir del 18 de mayo, se tendría abierta la actividad escolar, el espacio público, laboral, de las personas vulnerables y las medidas que se tienen que tomar para salud pública y el trabajo.

Estos municipios arrancarán sus actividades y los estarán monitoreando y acompañando con jornadas de salud para mantener la condición de municipios sin contagio.

La segunda etapa iniciaría del 18 al 31 de mayo. Es una etapa de preparación para reiniciar los trabajos. Se elaborarán protocolos sanitarios con las empresas para el reinicio seguro de actividades; se capacitará al personal para seguridad en el ambiente laboral; se readecuarán los espacios y procesos productivos; y, se instalarán filtros de ingresos en los espacios laborales.  La tercera etapa iniciará el primero de junio cuando termine la Jornada Nacional de Sana Distancia y que operará con un sistema de semáforos por regiones.

Se trata de un regreso a la “nueva normalidad” donde lo principal es seguir cuidándonos. Cuando el semáforo esté en rojo solo se podrán desempeñar actividades esenciales.

Para el gobierno de la cuarta transformación, la minería, que es parte del modelo extractivista, es considerada en este plan de regreso a la normalidad, como una actividad esencial, así como la construcción y la fabricación de transporte. A la industria automotriz, le urge acelerar el paso ante la grave crisis que enfrenta y en vísperas de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio.

Las evidentes posturas divergentes que empiezan a manifestarse por parte de algunos gobernadores, con relación al planteamiento anunciado por la secretaria de economía, acerca de la primera etapa relacionada con la apertura de las actividades normales en los “municipios de la Esperanza”.

Son 269 municipios de 15 estados, los cuales no presentan casos de coronavirus y que no tienen vecinos con contagios, a fin de reducir los daños económicos y sociales causados por el COVID-19 en esas regiones.

De acuerdo con la primera etapa del plan de reactivación, la reapertura en los denominados «municipios de la esperanza”, será para actividades escolares y laborales. Cabe mencionar que la mayoría de estos municipios se encuentra en la Oaxaca, Sonora y San Luis Potosí.

Pero por ejemplo, ChihuahuaOaxacaGuerreroTamaulipas y Yucatán decidieron anular la reapertura de sus ‘municipios de la esperanza’ como medida para prevenir un aumento de los contagios de Covid-19.

En el caso de nuestro estado el pasado lunes 18 de mayo “no reiniciaron” como se había contemplado, las  actividades en las industrias automotriz, aeroespacial y de la construcción de Querétaro, ya que  se determinó que lo primero que debe hacerse es  implementar los protocolos sanitarios que les permita arrancar a partir del 1 de junio con todos sus procesos de producción, De esta forma, y después de varias reuniones virtuales del Gobernador Francisco Domínguez con empresarios del ramo, se tomó la decisión de  hacerlo de manera paulatina y muy estudiada, siempre poniendo primero la seguridad de la ciudadanía, así lo aclaró el secretario del Desarrollo Sustentable del gobierno estatal, Marco Antonio del Prete Tercero, quien precisó que un posible incremento en el número de contagios de Covid-19 en Querétaro podría llevar a que se posponga el reinició de la producción en las empresas industriales que ya se tiene programado para el 1 de junio, pues «el regreso a las actividades no va depender de fechas específicas, sino depende de condiciones de salubridad y de seguridad en la población» .

Esto a pesar que el gobernador Francisco Domínguez Servién había anunciado previamente que Querétaro se adhería a la determinación federal de reactivar actividades económicas en los sectores de la construcción, minería e industria automotriz y aeroespacial, pero se mantendrá el distanciamiento social y las restricciones de movilidad para mitigar los efectos del virus, de modo que sólo se podrá salir de casa por actividades esenciales, alimentos y medicinas.

Cabe señalar que en Querétaro operan alrededor de 300 empresas que se dedican a la fabricación de equipo de transporte. Es un poco obtuso que se den fechas ante el riesgo latente y sobre todo estas reaperturas, se den por el riesgo que enfrentan económicamente hablando las industrias locales, sin embargo, es el momento más peligroso para la vida de los ciudadanos y trabajadores cuando se pretende regresar a las labores.

El Mismo Gobernador ha señalado que depende de muchas cosas que se de esta reapertura en el estado y en el mismo gobierno, se pretende que el 50% del personal regrese a laborar, pero es absurdo, en estos momentos de más peligro en contagios cuando la cúspide de la pandemia está en su mayor apogeo.

En países donde se han reabierto las actividades, se han manifestado alarmantes nuevos brotes del virus y esto es un foco rojo para todos los países.

El reto es poder mantener la economía lo mejor que se pueda y no caer en el “valemadrismo” insensato de intereses empresariales, mientras hay afuera un virus terrorífico que esta asesinando a millones de personas impunemente, lo que acelerará la movilidad y probablemente la mortalidad… y ante la pesadilla de la inexistente cura y/o vacuna para enfrentarlo. ¡Aguas!