¿Regresaremos a la normalidad?
REDACCIÓN
Se habla ya que en todas las esferas, sociales, empresariales y políticas se menciona el regreso inevitable a una supuesta normalidad.
Si bien, hemos empezado, lentamente en dirección a una supuesta normalidad, siempre con previas medidas para ir abriendo sectores de la economía y progresivamente, otros ámbitos de la vida económica y social, como la realización de actividades deportivas, el funcionamiento de oficinas públicas, etc.
Y aunque todos sabíamos que la cuarentena o aislamiento social no era otra cosa que una medida transitoria para ganar tiempo y para que el sistema de salud se preparara mejor para enfrentar el desarrollo de la pandemia, igualmente sabemos que el motivo es ayudar a espaciar los contagios y algo muy importante, introducir unos cambios de comportamiento –saludos, besos, concentraciones-, que ojalá se mantengan en el tiempo, pero que igualmente ayudan a crear barreras de autoprotección.
Pero también fue un período necesario para ir ‘manejando’ el miedo que la pandemia genera, especialmente por lo desconocido que es el virus, pero con el cual cada vez más nos vamos, familiarizando, en la medida en que la ciencia cada vez conoce más del mismo.
Cabe mencionar que para el sector económico la cuarentena limita esencialmente su sobrevivencia.
Hay que simplemente considerar a los trabajadores informales, los que viven día con día de las pocas ganancias y para los cuales las ayudas que se dieron por los gobiernos nacional y locales ya sea también por contribuciones privadas, no eran más que un paliativo transitorio.
Además de que consideremos pues, que hay sectores que resultaban muy peligrosos en cuanto a contagios como son el de la educación y espectáculos masivos los cuales será necesario regular más severamente con protocolos más estrictos y que retardarán aún más su regreso a la nueva normalidad.
Va a ser un regreso a una normalidad diferente, pero no creo que sustancial, tanto en el funcionamiento de la economía global, como tampoco en las relaciones internacionales, ni en los comportamientos sociales, que deberían de ser más solidarios con los sectores sociales más desfavorecidos, más respetuosos con el medio ambiente, menos abusadores del consumismo, sin embargo es evidente que los cambios son ya un hecho y algunas cosas se quedarán como enseñanza y de esta forma, como procesos de cambio ya podemos observar la incorporación del teletrabajo en el funcionamiento productivo y del sector público, lo que a su vez, conllevará seguramente cambios en las regulaciones laborales.
Cambios que resultan ya evidentes tanto en la educación, donde los sistemas de educación remota y virtual serían las modalidades para hacer que aumente la cobertura de la educación en todas sus facetas, como también sería una lección en que la pandemia y el aislamiento pusieron en evidencia profundos problemas de nuestras sociedades, la inequidad en las mismas con desigualdades abismales, la débil solidaridad entre sociedades y países, con honradas excepciones, la importancia de un sistema de salud pública sólido y con funcionarios socialmente valorados y remunerados; la importancia de la ciencia y el conocimiento y por consiguiente, la necesidad que los países dediquen presupuestos más generosos a las actividades de educación, investigación y salud; la ausencia de los sistemas de organización y representación política –con mínima credibilidad en los ciudadanos- y el papel débil en la mayoría de los países del control político de los Congresos y Parlamentos.
Fenómenos de criminalidad descendieron sensiblemente, lo cual muestra que sí sería posible incidir en una mejor seguridad con adecuadas políticas. En fin, mucho por reflexionar todavía.
En México se ha destapado la intención política y los intereses malsanos de muchos protagonistas, los partidos muestran los dientes y se aclara la verdadera intención. más de intereses de poder, que de interés por la ciudadanía. Se crean apoyos sociales con el pretexto de la crisis y se muestra la desunión ante una epidemia que debería contar con la unificación de factores humanistas no de poder.
Pero bueno, en Querétaro, ya se espera la apertura de varias empresas que han presionado constantemente, sin escrúpulos, sobre la necesidad de reactivarse económicamente.
Para ello, el Gobernador del Estado Francisco Domínguez ha tenido que efectuar acciones como es el de reunirse con sectores económicos de la entidad, a fin de construir un acuerdo para la reactivación económica y social en Querétaro.
Bajo la premisa de una apertura gradual y ordenada coordinada por la Secretaría de Desarrollo Sustentable, Secretaría del Trabajo, Secretaría de Turismo, siempre bajo la supervisión de la Secretaría de Salud, y ante los sectores económicos se promoverán las condiciones para un reinicio de actividades.
Para ello Francisco Domínguez en este marco, anunció que destinará 2 mil millones de pesos de recursos estatales para la ejecución de obra pública, con el objetivo de reactivar la economía en los 18 municipios de la entidad, para dinamizar la construcción y generar empleos entre la población de la localidad.
Con la consigna de que el regreso no depende de fechas, sino de las debidas condiciones, el Gobernador aseguró que no pondrá en riesgo la salud de la ciudadanía, ni tampoco los avances que se han logrado hasta ahora, por ello se realizarán guías que permitan adecuar espacios y actividades; se adecuarán recomendaciones atendiendo los indicadores para cada región del estado y se elaborará un proceso que permita adquirir nuevos hábitos para mantener segura a la población.
Para ello y el mandatario solicitó a los empresarios su prudencia para este reinicio de actividades empeñen su mayor responsabilidad al decidir reactivarse, apegados a criterios de orden y gradualidad.
Los empresarios por su parte, se han mostrado agradecidos por esta reapertura que al fin de cuentas resulta un salvavidas tanto para sus empresas como para muchos trabajadores.
No obstante, como todos sabemos esto se da en los momentos más difíciles de la pandemia en el estado y las decisiones son -aunque necesarias sobre esta apertura- ya que la economía es una lucha constante de supervivencia, también resulta un riesgo latente ante una pandemia que cobra vidas y donde existen pobladores que no respetan las medidas de seguridad, y más aún, no creen que exista este virus que ya ha matado en Querétaro cientos de personas y en el mundo a millones… Es una reapertura necesaria con riesgos latentes…no cabe duda.